CUARTO PERIODO: SEMANA 1 Y 2: 21 DE SEPTIEMBRE AL 09 DE OCTUBRE
CUARTO PERIODO.
HILO CONDUCTOR:
¿Cómo podemos abordar nuestras problemáticas morales contemporáneas?
TÓPICO GENERATIVO:
ÉTICA Y DILEMAS MORALES
CONTEMPORÁNEOS.
META ESPECÍFICA:
El estudiante comprenderá las distintas problemáticas morales que
enfrenta la sociedad actual.
TÓPICOS ESPECÍFICOS:
- Ética discursiva:
Problemas éticos del multiculturalismo.
- Ética de la
liberación
- Ética y Cultura:
El dilema de la drogodependencia.
DESEMPEÑOS:
El
estudiante se aproxima teóricamente a
los dilemas morales contemporáneos.
El estudiante
interpreta la ética a la luz de problemas morales reales y cercarnos a su vida
cotidiana.
El estudiante asume una
posición propia y crítica frente a los dilemas morales que presenta nuestra
sociedad actual.
ÉTICA DISCURSIVA
• Que clase de moral racional es la ética discursiva? ¿De qué trata?
I ¿Qué normaliza moralmente la ética discursiva? Esta pregunta
de~rminantees fácil de responder cuando se plantea en relación a
otras teorías fundamentales de la filosofía moral normativa. ASÍ, el
deontologismo trata del respeto porlas personas autónomas y normaliza moralmente obligaciones y derechos simétricos; el contractualismo estudia los beneficios derivados de la cooperación entre las personas y se encarga de normalizar desde una perspectivamoral aquellas
asociaciones acordadas de una forma justa; el utilitarismo trata de las
consecuencias de los actos que benefician a una gran cantidad de interesados de forma conjunta y normaliza moralmente principios de
maximización imparciales; las modernas éticas de la virtud, por su
parte, estudian qué tipo de carácter es el bueno y normalizan desde el
punto de vista de la moral las respuestas a las preguntas que plantean
qué tipo de persona es deseable ser, etc.
Sin embargo, la respuesta no es tan evidente cuando se trata de la
ética discursiva. No parece que esté muy claro cuál es su relación con
las posiciones básicas de la ética. La ética discursiva muestra un perfil
propio y aparece como primus inter pares sólo cuando se exige una
ética del trato racional con diferencias radicales de opinión moral y
con el conflicto intermoral, porque es capaz de fundamentar cómo se
puede llegar a alcanzar un medio de conciliación (" discurso moral")
si deseamos superar los límites estrechamente definidos de las opiniones morales y las posiciones éticasfundamentales. De esta forma,
la ética discursiva evita cualquier Paternalismo morat en el cual las
restantes posiciones fundamentales y sus respectivas opiniones morales han caído inevitablemente al confrontarse con el pluralismo moral.
¿Qué vincula a los diferentes programas de fundamentación ético-discursivos? ¿Qué es paradigmático enellos?Toda ética discursiva sebasa en
el convencimiento de que un concepto de razón que es compartido por
todaslas personas concapacidad de argumentacióncontemplaunamoral
mínima universalista (cf Gottschalk-Mazouz 2000). ¿Cómo se puede articular el contenido y la forma de esta moral mínima? Esto depende, sobre
todo, del concepto de razón que se haya tenido enconsideración.
Por rrú parte, creo que el análisis pragmático de la relación entre razón y
moral es convincente. Basándome en este análisis me gustaría proponer
una nueva definición de la ética discursiva que va más allá de las posiciones formales 11clásicas" de Apel y Habermas.1 Este cambio de rumbo es
necesario sise quiere evitar una objeción fundamental que se esgrime de diversas formas contra la ética discursiva actual. Esta objeción fundamental señala literalmente que la morat -que en los programas de
fundamentación de la ética discursiva surge por arte de magia- está
"incorporadaJl
en el concepto de razón que este programa da porsupuesto. 2 Esto no constituiría en absoluto una objeción significativa si
todas las personas que se deben tomar en serio desde el punto de vista
de la moral considerasen que el concepto común de razón es inevitable y evidente. Por eso, la forma más radical de la objeción sostiene que
el correspondiente concepto de razón es únicamente una construcción filosófica, con la que uno se puede identificar, aunque no lo deba
hacer. La metacrítica que los éticos del discurso realizan en contra,
según la cual '1 no se puede fundamentar moral algt!.na" a partir de un
concepto de razón tan indudablemente inevitable y tan evidente como
el de racionalidad teleológical es de dudoso valor. Pues, si bien es
cierto que las concepciones racionales de la razón teleológica y prudencial no pueden sostener ninguna concepción moral determinada,
eso no significa que JIdeba existir" un concepto de razón pormedio del
cual se pueda apoyar una determinada concepción moral (esa moral
mínima, por ejemplo, de los seres racionales, con cuya articulación
comienza la ética discursiva). No obstante,sí que es posible condenar
al fracaso el programa entero de la tradición que se fundalnenta en lo
racional-filoral o, cuando menos, afirmar que únicamente podrá sostenerse de una forma debilitada (en aquellos casos en que se tomen
como referencia las expectativas de la tradición que atribuye a la razón una voz que autoriza o desautoriza y que quiere que la voz de la
moral se funda con la voz de la razón). El intento de reproducir las
diversos modalidades de la razón (=la forma razonable en que se
ofrezca, se prohíba o se admita actuar) directamente sobre las modalidades del deber moral (= la forma moral en que se ofrezca, se proluba
o se admita actuar) no me parece ni deseable ni sostenible. (Rescatado de: http://www.bdigital.unal.edu.co/18596/1/14461-43265-1-PB.pdf )
COMPROMISO:
SEMANA 1 Y 2: 21 DE SEPTIEMBRE AL 09 DE OCTUBRE
Entregable 1: Mentefacto
sobre el concepto de ética discursiva.
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